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Acabamos de terminar dos días de intensas discusiones, me gustaría aplaudir a las delegaciones por haberse aplicado abiertamente y en un espíritu de respeto mutuo. De nuestras discusiones, queda claro para mí que nadie gana manteniendo el status quo, y es mi firme convicción que es de interés para todos resolver este conflicto para crear un ambiente en la región que sea propicio a un fuerte crecimiento, creación de empleo y mejor seguridad.
Por lo tanto, me complace anunciar que las delegaciones convienen a comprometerse más.
Mi esperanza es que este proceso sea guiado en primer lugar por la preocupación por los hombres y las mujeres, niños y jóvenes del pueblo del Sáhara Occidental.
Mi convicción es que una solución pacífica para este conflicto es posible. Estoy deseando invitar a las delegaciones a una segunda reunión de mesa redonda en el primer trimestre de 2019.
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