La Asociación Navarra Amigos del Sáhara (ANAS), encargada desde hace más de cuarenta años del programa Vacaciones en Paz, busca urgentemente 20 familias de acogida en Navarra para traer a niños y niñas saharauis este verano de entre 9 y 12 años. El objetivo, además de sacarlos de la guerra y las altas temperaturas que se registran en verano (sesenta grados), es poder fortalecer a los pequeños con una alimentación que les ayude a mantenerse fuertes todo el año en el desierto, además de realizarles una revisión médica completa, vacunarles y desarrollar un seguimiento personalizado una vez que vuelvan a los campamentos.

El año pasado fueron 74 los niños y niñas que pasaron los meses de julio y agosto en la Comunidad foral, una cifra inferior a la que se registraba antes de la pandemia, cuando rondaban el centenar los menores que venían en acogida. Por ello, desde ANAS llaman a la solidaridad de las familias navarras para traer “a cuantos más niños mejor” para alcanzar el número antes de la covid-19. “En los últimos años la situación humanitaria de los saharauis ha empeorado mucho. Actualmente están comiendo una vez cada tres días”, explica José Ochoa, presidente de ANAS.

Este llamamiento, se produce en un momento en el que se ha agravado a una crisis humanitaria que afecta directamente a más de 173.600 personas. La reducción de las raciones alimentarias de emergencia distribuidas por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de cerca del 30% desde noviembre de 2023 está impactando a decenas de miles de familias refugiadas que dependen casi exclusivamente de estas raciones para su subsistencia.