La represión marroquí se ceba con Sultana Jaya y su familia: agresiones en arresto domiciliario impuesto. Jaya ha clavado en su azotea una bandera saharaui.
Desde el 19 de Noviembre, Sultana Jaya, activista saharaui pro derechos humanos, sufre un asedio policial impuesto en su casa en la ciudad de Bojador ocupado por los gendarmes marroquíes, desde que regresó de España. Su madre de 84 años que vive con ella también lo sufre injustamente. En estos 150 días de arresto domiciliario forzoso, ha denunciado agresiones en las que le golpearon en la cabeza hasta sangrar, le fracturaron la mano derecha y le dañaron el ojo. Además hay una barrera policial que impide la entrada a los visitantes y controla las salidas. Desde hace más de cuatro meses, Sultana Jaya, su hermana y su madre sufren la represión marroquí por la única razón de su pensamiento político y actividad militante.
Este sábado, ella y su hermana fueron víctimas de una nueva agresión. A pesar de las intimidaciones y tortura física y verbal, Jaya afirma que eso no impedirá continuar su lucha ni cambiar sus posiciones.
En una entrevista con ECSAHARAUI, Jaya dijo que las fuerzas de ocupación han fortalecido su presencia y asedio a la casa de su familia después de expulsar a los activistas, enfatizando que el silencio de las Naciones Unidas sobre a lo que están expuestos los saharauis en un país que cae dentro de su jurisdicción y responsabilidad, alentará a la ocupación y a sus funcionarios a cometer más crímenes contra los saharauis.
En este contexto, Jaya también denunció que las autoridades marroquíes arrestaron a la activista saharaui Fakka, donde estuvo seis horas en el puesto de observación al norte de Bojador, siendo maltratada e intimidada con cumplir severas penas de cárcel por delitos inventados y/o fabricados.
La Autoridad Saharaui contra la ocupación marroquí pide a Naciones Unidas y al Comité Internacional de Cruz Roja intervenir urgentemente para proteger a los civiles saharauis de los territorios ocupados ante las fuerzas represivas marroquíes, que responden con salvajes agresiones ante posiciones pacíficas de las víctimas. La desproporcionalidad de la violencia física se lleva a cabo con impunidad pasmosa.