

Sin duda, es una entidad merecedora de ese reconocimiento cuando se cumplen 50 años del exilio, obligados por la violencia de la ocupación marroquí, de una buena parte del pueblo saharaui en los campamentos de los territorios liberados del Sahara Occidental. Su labor humanitaria ha sido clave para ofrecer la ayuda y la asistencia mínimas para garantizar una vida digna a las 200.000 personas refugiadas en un entorno climático hostil y en un contexto de constantes dificultades sanitarias, educativas, sociales, económicas y políticas. Los 50 años de la Media Luna Roja Saharaui coinciden también con los 52 años de la fundación del Frente Polisario.
Como respuesta, en las fronteras del Sahara se libra una guerra desde que hace seis años el Ejército Popular de Liberación Saharaui volviera a las armas, tras 30 años de alto el fuego, ante los reiterados incumplimientos de Marruecos y la incapacidad de la ONU para llevar a término sus resoluciones en favor de los derechos del pueblo saharaui. Una guerra silenciada y olvidada, porque de nuevo los intereses comerciales de la geopolítica, impuestos en este caso por Marruecos, se sobreponen a la legalidad internacional y a los derechos humanos. Un situación de abandono y de persecución del pueblo saharaui y de sus exiliados que cuenta con la complicidad y sumisa mirada hacia otro lado de EEUU, España y Francia y ahora también del sionismo del Gobierno de Netanyahu. Ni silenciados ni olvidados.
Origen: Ni silenciados ni olvidados