El peligro es inminente y no hay seguridad excepto en la razón y en escuchar la voz de la sabiduría. Escuchad a los médicos y especialistas. Mantened el alejamiento, quedaos en vuestras casas, cuidad a los ancianos, a los niños, a los padres y a las madres. Los jóvenes tenéis una gran responsabilidad ante esta situación.
Si no tienes miedo por ti, debes temer por nuestros ancianos que son los más vulnerables ante comportamientos poco cuidadosos. Estar con tus amigos, jugar y reírte como solías, comprar cosas innecesarias en el mercado y participar en encuentros que pueden posponerse, puede generar situaciones de gran riesgo para tu familia, especialmente, para tus mayores. Y si alguno de ellos enferma, la alegría no volverá a entrar en tu casa, porque nada, por muy maravilloso que sea, te devolverá al ser querido que te dejó.
La vida de nuestras familias, de nuestros ancianos, depende también de nuestra actitud. Cumple las normas impuestas para frenar esta pandemia.
Cuídate. Cuídalos
Traducción libre del texto de Mohamed Sulaiman