- La abogada de Lamin Haddi considera que la administración forzada de vitaminas por sus carceleros pone fin de facto a la huelga de hambre del preso político saharaui.
Cristina Martínez Benítez de Lugo.-
Mohamed Lamin Haddi, el periodista saharaui en huelga de hambre desde el 13 de enero, está siendo alimentado por una sonda contra su voluntad. Así se lo ha comunicado a su familia, tras 25 días de silencio impuesto por Marruecos.
Esta incomunicación y el tiempo transcurrido desde el inicio de la huelga hacían preguntarse a la familia si Haddi estaba vivo, de tal manera que la madre, una hermana y un hermano emprendieron viaje hasta Rabat (Marruecos) y se presentaron a las puertas de la cárcel. No se les permitió comunicar con él, teniéndose que volver a El Aaiún sin conseguirlo tras haber sido detenidos y amenazados. Ahora, el día 22, le han permitido hablar con su familia.
Mohamed Lamin Haddi, preso político saharaui del grupo de Gdeim Izik, condenado a 25 años en un juicio sin pruebas ni garantías, lleva 10 años encerrado en cárceles de Marruecos, de los cuales tres años y medio en aislamiento en la prisión de Tiflit2, cerca de Rabat. Por este motivo y por las demás condiciones inaceptables que padece en su encierro, se puso en huelga de hambre.
Haddi ha contado a su familia, con una voz muy débil, que le han suministrado tres inyecciones de vitaminas. También le han introducido una sonda nasogástrica. A la fuerza, según indica su abogada, Maître Olfa Ouled.
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