Para entender el conflicto saharaui en su totalidad, es preciso destacar la dimensión económica y cómo esta hace fluctuar las negociaciones y posicionamientos internacionales. El Sáhara Occidental reúne una serie de recursos naturales y geográficos cuya explotación económica genera importantes beneficios, de estos cabría resaltar:
- La mina Bucraa’, contiene grandes reservas de fosfato.
- Caladeros marítimos densamente ricos.
- Reservas de petróleo, gas, uranio y cobre.
- Amplio espacio desértico para instalar parques eólicos y fotovoltaicos.
Por otra parte, de las negociaciones llevadas a cabo entre ambas partes, se desprende una postura marroquí tendente a orientar el centro de gravedad del conflicto hacia sus pérdidas y ganancias económicas y no conservarlo en su lugar correcto, que es en la soberanía del pueblo saharaui y su cuestión de descolonización. Con estos elementos a mano, se comprende mucho mejor el poder de influencia que posee el aspecto económico en la resolución del conflicto, constituyendo una pieza fundamental en la permanencia de las fuerzas de ocupación marroquíes, que posibilitan por otro lado el expolio que realizan distintas multinacionales, de las cuales la gran mayoría son españolas.
Este continuo saqueo viola innumerables leyes internacionales, incluso la ONU ha emitido varias resoluciones en las que define estas actividades como ilegales, y que son realizadas con la complicidad de la comunidad internacional que permite el enriquecimiento de Marruecos a través de unos recursos cuya soberanía no le pertenece, siendo los saharauis en quien debiera revertir el beneficio económico por legitimidad.
Las leyes comerciales de la Unión Europea prohíben expresamente cualquier propiedad o control extranjero sobre los recursos saharauis, así como el comercio con los productos provenientes de los territorios ocupados, sin embargo estas leyes no disponen de mecanismos que vigilen su estricto cumplimiento, máxime teniendo en cuenta la riqueza que alberga el Sáhara Occidental, por ello varias multinacionales españolas no aparecen aquí ya que usan un vacío legal mediante el cual financian filiales marroquíes para que expolien los recursos por ellas o bien crean empresas opacas.
Llegados a este punto cabe señalar que, implícitamente, toda empresa o multinacional que opera en el Sáhara Occidental ocupado, reproduce la continuidad de la ocupación marroquí propiciando la represión sistemática contra los saharauis, y alargando la dura estancia de unos refugiados que viven en condiciones extremas en el desierto argelino.
Dichas características las hacen parte indisoluble del proceso de consolidación y legitimación marroquí de la colonización militar, así como copartícipes directos en el sufrimiento del pueblo saharaui. Básicamente contribuyen a determinar el conflicto de forma unilateral mediante la lógica de la dominación, arrasando con todo tipo de derechos humanos, políticos, comerciales e internacionales.
Origen: REPORTAJE | Las empresas que saquean el Sáhara Occidental. El sostén de la ocupación.