En una entrevista concedida al periódico francés MARIANNE en su edición en papel, el titular de Exteriores considera que los recientes hechos en los que se ha visto involucrado Marruecos, no son nada nuevos en tanto que no sorprenden dada la historia que posee Marruecos pisoteando los derechos humanos y la legitimidad internacional. De hecho, semanas antes de conocerse el espionaje masivo, el país norteafricano fue condenado y señalado por Amnistía Internacional, Human Rights Watch, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU así como el Departamento de Estado de los EE.UU por la falta de derechos y libertades individuales, la represión contra los saharauis así como la fabricación de casos policiales contra opositores al régimen.
¿Cómo reaccionas a las revelaciones que implican a Marruecos en el caso Pegasus?
– El espionaje es un crimen contra el gobierno saharaui. Para el Frente Polisario, es un aspecto de la guerra que Marruecos mantiene desde 1975 contra nuestro país. Pegasus ha despertado una ola de indignación en todo el mundo, pero a nosotros no nos sorprende, durante décadas Marruecos pisotea la legalidad internacional. Pegasus es el aspecto más suave de la ocupación que sufrimos.
¿Por qué vincular Pegasus y la cuestión del Sáhara Occidental?
– Porque este es el tema central para Marruecos así como los que apoyan al régimen alauí en su peligrosa aventura militar: este es el caso de España y Francia, que en particular, está siendo espiada. Hoy en día Marruecos duda de todos, de sus vecinos, de sus aliados, de sus amigos que desde hace años bloquean en el Consejo de Seguridad de la ONU el camino hacia un verdadero referéndum de autodeterminación para el pueblo de Sáhara Occidental. Después de cuarenta y cinco años, ni la comunidad internacional, ni la Unión Europea ni tampoco la Unión Africana han reconocido la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. En su dictamen de 1975, la Corte Internacional de Justicia reconoció que nuestro país, antes de la colonización española, no tenía ningún vínculo de soberanía con Marruecos. Y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea lo recordó igualmente en 2018.
Hassan II había tomado la decisión de darnos la guerra, pero también fue realista y había aceptado la idea del referéndum para lograr la paz. Desgraciadamente, con su hijo, nos enfrentamos a un régimen persuadido de que ganará por las armas, todas las armas, incluso, por supuesto, el espionaje, pero también el uso de drogas o la amenaza de la migración.
Según la prensa y las autoridades argelinas, el caso Pegasus probaría que Marruecos espía en nombre de Israel para obtener a cambio el apoyo estadounidense a su soberanía sobre el Sáhara Occidental ¿Compartes este análisis?
– Primero una aclaración: Trump reconoció que validó la ocupación de nuestro país antes de salir de la Casa Blanca, pero estoy seguro de que esa no es la posición de la administración Biden. Dicho lo cual, no tengo nada que comentar sobre el análisis de Argelia. Es un país aliado que apoya y tiene su propia información. Yo me ocupo del pueblo saharaui.
Francia, en particular, debe comprender finalmente que debe aceptar disociar (Marruecos) del enfoque de la cuestión del Sáhara Occidental por sus relaciones conflictivas con Argelia. Lamentablemente, no es este el caso e incluso hoy, se sienta junto a un régimen anticuado, autocrático y feudal como lo ha hecho durante tanto tiempo en África. Y paga un alto precio. Su imagen está empañada.