Informe del SG de la ONU sobre el Sáhara Occidental: vergonzosas omisiones que prueban la necesidad y acierto de la lucha armada del pueblo saharaui como medio para lograr sus derechos.

Salem Mohamed.
 
ECS. Madrid. | La ONU o el guardián de la ocupación marroquí del Sáhara Occidental, ha publicado el informe anual del Secretario General de la ONU sobre el conflicto, sin embargo y a pesar de la ruptura del alto el fuego y la vuelta a las hostilidades, el informe hace aguas por todas partes; No denuncia la violación marroquí del alto el fuego a pesar de que la constata, equipara al poder ocupante con el pueblo al que somete, obvia los Acuerdos de Abraham que usaron al Sáhara Occidental como moneda de cambio en la normalización israelo-marroquí, solo menciona una vez el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui en 21 páginas, y como reflejo de su disposición y esfuerzos que pregona, coloca a Sultana Jaya como residente en El Aaiún ocupado en lugar de Bojador. Para finalizar alienta encarecidamente el regreso al statu quo. La ONU pone cada día más difícil tomarse en serio su labor y con ello agranda la brecha frente a los saharauis.
 
Efectivamente y como no podía ser de otra manera, el lector habrá advertido que la única conclusión que se puede extraer del informe del SG de la ONU sobre el Sáhara Occidental es que da la razón a los saharauis en continuar la lucha armada como única opción para lograr sus derechos y desconfiar de las NNUU hasta demostrar de nuevo el apego a sus propias resoluciones sobre la cuestión de descolonización de la última colonia africana.
 
La guerra del Sáhara Occidental entra en su undécimo mes, si bien una de las partes lo reconoce a través de partes diarios mientras la otra sigue nadando en la confusión entre denuncias de hostilidades y la negación de las mismas. Sin embargo, el informe reconoce tácita y francamente el estallido de la guerra en la región desnudando la propaganda del régimen marroquí. Así, de la misma forma se desprende del informe del Secretario General de la ONU sobre el Sáhara Occidental, concretamente en el párrafo 16, en donde se alude a Omar Hilale, embajador marroquí en la ONU, afirmando en una carta enviada el 23 de Febrero al primero »la ausencia total de ningún conflicto armado» cuando un mes atrás la MINURSO recibió confirmación por parte de Marruecos de los ataques del Frente Polisario en El Guerguerat y Touizgui mencionado en el párrafo 38. Además que en la semana del 23 de Febrero se estaban librando serios choques entre el Ejército de Liberación Saharaui y las fuerzas marroquíes que salieron de sus posiciones del muro para extenderlo y cerrar el perímetro al área de Touizgui en donde sufrieron sendos ataques. ¿Cómo se puede conjugar la negación de la guerra con la denuncia a la MINURSO por parte del ejército marroquí de más de 1.000 ataques por parte del Frente Polisario? (Párrafo 37)
 
Como aspecto positivo a resaltar está el reconocimiento por parte del SG de la ONU en el párrafo 15 del decreto presidencial de Brahim Ghali del 14 de Noviembre por el cual el Frente Polisario anunciaba el cese de su compromiso con el inviable alto el fuego.
 
El informe que ha presentado el SG de la ONU prueba la violación marroquí de los Acuerdos Militares 1 y 2 tras la agresión contra la República saharaui y la anexión de nuevas tierras, sin embargo, por extraño que parezca, el Secretario no denuncia el acto marroquí a pesar de que detalla como sucedió, indicando el previo traslado de tropas, los equipos de logística usados y la longitud de la misma. Sorprende que ante las pruebas ofrecidas en el informe y el conocimiento tácito de los hechos y su responsable, no le parezcan suficientes a Antonio Guterres para calificar la intervención militar marroquí como se concluye a partir de la lectura de su informe: una clara violación del alto el fuego que fue respondida firmemente por la RASD en defensa legítima de sus territorios liberados.
 

 
En el párrafo 8 del susodicho informe, Guterres afirma que en la semana previa a la ruptura del alto el fuego, la del 22 al 29 de Octubre, la MINURSO reconoció miembros del Ejército saharaui que se habían desplegado y les instó a retirarse a través de una notificación enviada al Representante del Frente Polisario en la ONU, ya que su presencia constituiría la violación del Acuerdo Militar Nº 01. El Frente Polisario accedió y retiró sus tropas el 29 de Octubre en lo que puede ser considerado como un gesto para evitar la escalada de tensiones:
 
– 8. Del 22 al 29 de octubre, un helicóptero de reconocimiento de la MINURSO sobre Guerguerat observó la presencia en la zona de separación de hasta 12 miembros armados del Frente POLISARIO con uniforme militar y hasta ocho vehículos ligeros de estilo militar, dos de los cuales portaban armas pesadas. El Representante del Frente POLISARIO en Nueva York y luego Coordinador interino del Frente POLISARIO con la MINURSO informó a mi Representante Especial que estos elementos militares se desplegaron exclusivamente para proteger a los manifestantes civiles. Mi Representante Especial informó al Frente POLISARIO de que, no obstante, esto constituiría una violación del Acuerdo Militar No 01 e instó al Frente POLISARIO a retirar su personal militar y sus vehículos de la zona de separación. El 29 de octubre, el reconocimiento aéreo de la MINURSO observó que algunos de estos vehículos, aunque no todos, habían sido retirados.
 
Continúa el informe en los párrafos 9 y 10 señalando que tropas marroquíes fueron vistas el 26 de Octubre trasladando maquinaría pesada para mover tierras. la MINURSO confirmó que no había recibido ni autorizado ninguna solicitud de construcción de las FAR marroquíes y les ordenó que retirarán sus tropas y maquinaria en virtud del Acuerdo Militar Nº 01, el Ejército marroquí garantizó a la MINURSO que se retiraría pero no cumplió su palabra como es habitual y la maquinaría se mantuvo, y por si fuera poco, el 6 de Noviembre Marruecos traslado otro convoy formado por 250 vehículos »muchos de ellos con armas pesadas» a una zona definida como Zona Restringida, se le pidió en vano también la retirada de sus tropas pero Marruecos, contrariamente el Polisario, no accedió, y al día siguiente, 7 de Noviembre, Mohamed VI amenazó con responder militarmente, el resto es historia conocida por todos. Marruecos desobedeció las ordenes de la MINURSO para evitar una violación del Acuerdo Militar Nº01, el Frente Polisario cumplió, luego ¿quién ha violado el acuerdo al persistir, atacar y construir sin autorización en una zona restringida?
 
Cuesta entender que Guterres llegue en sus conclusiones, a partir del párrafo 84, a que El Guerguerat es » la piedra angular» del reestallido del conflicto pero por alguna extraña razón no llega a denunciar la documentada y probada responsabilidad marroquí:
 
9. A partir del 26 de octubre, los helicópteros de reconocimiento de la MINURSO observaron 16 vehículos del Real Ejército de Marruecos (RMA) al oeste de la berma, que transportaban maquinaria pesada de movimiento de tierras en dirección a Guerguerat. Para reducir las tensiones, y dado que en ese momento no se habían autorizado solicitudes de construcción o mantenimiento en el sector de Bir Gandouz, la Misión, de conformidad con su función en virtud del Acuerdo Militar No 1, solicitó a la RMA que retirara el equipo. La RMA aseguró a la MINURSO que cumpliría, aunque no se observó ningún retiro.
 
10. El 6 de noviembre, un helicóptero de reconocimiento de la MINURSO observó la llegada de una fuerza militar de la RMA integrada por aproximadamente 250 vehículos, muchos de ellos con armas pesadas, a unos 12 km al noreste de Guerguerat, en la zona definida en el Acuerdo Militar Nº 1 como Zona Restringida. La MINURSO informó a la RMA que el Acuerdo Militar No. 1 estipula que tales concentraciones de fuerzas en esa zona constituirían una violación y, por lo tanto, instó a la RMA a retirarse.
 
Guterres incapacitado para denunciar lo evidente, recurre alegando que desde el 12 de Noviembre, el Grupo de Trabajo de Violaciones de la MINURSO, mecanismo encargado de monitorizar el cumplimiento de los acuerdos por las partes, dejó de trabajar tras los sucesos del 13 de Noviembre, quedando todas las violaciones posteriores que pudiesen haberse cometido indocumentadas, no obstante, la descripción de los movimientos marroquíes anteriores al 12 de Noviembre y su negativa no solo a retirar sus tropas sino desplazar más, reflejan la voluntad marroquí de violar alto el fuego unilateralmente. La respuesta del Frente Polisario es consecuente, solo pudo haberse dado en las condiciones que señala el informe en el párrafo 13: intervención militar marroquí abriendo tres brechas y un nuevo muro en una zona de amortiguación, prohibida en los acuerdos firmados en 1991. Sin embargo, Guterres no señaló a Marruecos como la parte que atacó a los civiles saharauis y con ello provocó la respuesta del Frente Polisario.
 
33. Entre el 1 de septiembre de 2020 y el 12 de noviembre de 2020, el Grupo de Trabajo de Violaciones de la MINURSO no declaró ninguna violación del Acuerdo Militar No 1. El mecanismo fue suspendido a raíz de los hechos de noviembre de 2020, y no se han abordado formalmente las posibles violaciones por parte de las partes desde esa fecha.
 
13….No se informó a la MINURSO de víctimas en los acontecimientos del día. Desde esa noche, los helicópteros de la MINURSO ya no pudieron volar debido a las condiciones de fuego real, observó tres nuevas brechas en la berma al sureste de Guerguerat. Aproximadamente 6 km al este de la carretera pavimentada, el reconocimiento de helicópteros de la MINURSO observó que las tropas de RMA habían comenzado la construcción de un nuevo muro de arena a través de la franja de separación.
 
El informe de Guterres sobre el Sáhara Occidental no deja lugar a dudas de que fue Marruecos quien violó el alto el fuego y se anexionó nuevo territorio, así se confirma de nuevo en el párrafo 35, en el que se da cuenta de la nueva expansión realizada por las FAR marroquíes a través de un nuevo muro de 40 kilómetros en una zona que trajo tensiones en 2016 por ser zona de amortiguación, pero el informe se contenta con precisar que la carretera ha sido mejorada pero no pavimentada, pretendiendo quitar gravedad a lo que es una evidente violación marroquí.
 
El párrafo continúa para desmentir los informes del Frente Polisario en los que denuncia que Marruecos sembró minas antipersona alrededor del nuevo muro mencionando que no ha tenido forma de poder confirmarlo, no obstante, la SMACO, Oficina de Coordinación de Actividades Contra las Minas de los Saharauis, denunció en Noviembre pasado en un comunicado oficial la siembra de explosivos marroquíes en dicha zona, con quien, según se afirma en el párrafo 43, se trabaja estrechamente en la gestión de datos, no obstante la siembra de minas parece que fue un »dato» no relevante para la MINURSO ya que obvió el comunicado de la organización con la que coopera y con la lleva a cabo las tareas de desminado.
 
35. La Misión siguió observando y registrando informes de cualquier cambio en la presencia e instalaciones militares por las partes a pesar de la suspensión del Grupo de Trabajo sobre Violaciones de la MINURSO. Con la construcción de un nuevo muro de arena de aproximadamente 20 km de largo en Guerguerat, la RMA ha consolidado su presencia en unos 40 kilómetros cuadrados de tierra en la franja de amortiguación. La parte de la carretera que quedó sin pavimentar en 2016 ha sido mejorada, pero no pavimentada. La MINURSO no ha podido confirmar los informes del Frente POLISARIO de que se colocaron nuevas minas en la zona.
 
El informe en su conjunto deja mucho que desear, un intento de minimizar la gravedad del conflicto y la responsabilidad de Marruecos en la ruptura del alto el fuego. Antonio Guterres finaliza equiparando erróneamente a las partes y les insta a relanzar el proceso de negociación. Así, en los párrafos 84 y 85 se limita a decir que la reanudación de hostilidades entre el Frente Polisario y Marruecos »es un gran revés para lograr una solución política», obviando centrarse en las causas que lo han propiciado, que es el incumplimiento de Marruecos de los acuerdos contraídos con el Frente Polisario y la ONU. Guterres tilda de urgente la reanudación de las negociaciones y considera ahora más necesario que nunca »encontrar una solución política, justa, duradera y mutuamente aceptable» pero de nuevo obvia que Marruecos no está apegado a la legalidad internacional básicamente por ser autor de un crimen internacional como es la negación del derecho de autodeterminación al pueblo saharaui sometido a dominación colonial, quizás esta explicación ayude a Guterres a definir quien es la víctima y el culpable y desprenderse de esa equiparación inadmisible.
 
85. Sigo confiando en que es posible encontrar una solución a pesar del importante revés reciente.  Ahora más que nunca, encontrar una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable que asegure la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental de conformidad con las resoluciones 2440 (2018), 2468 (2019), 2494 (2019) y 2548. (2020) requiere una fuerte voluntad política de las partes, así como de la comunidad internacional. Reitero mi llamamiento a los miembros del Consejo de Seguridad, amigos del Sáhara Occidental y otros agentes pertinentes para que alienten a Marruecos y al Frente POLISARIO a participar de buena fe y sin condiciones previas en el proceso político tan pronto como se nombre a mi nuevo Enviado Personal.
 
86. Además, la desconfianza entre las partes ha continuado exacerbada por acciones asertivas unilaterales y gestos simbólicos en el Territorio que han repercutido negativamente en la situación. Tales gestos y acciones son una fuente de tensión creciente y son contrarios al espíritu de una solución negociada. Insto a las partes a que se abstengan de retóricas y acciones que perjudiquen, ya que los socios internacionales del Sáhara Occidental continúan reiterando su apoyo al logro de una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable a la cuestión del Sáhara Occidental mediante la negociación.
 
Marruecos no quiere conversar con el Frente Polisario, niega la autodeterminación del pueblo saharaui e impone condiciones absurdas como ya anunció el pasado Septiembre. Marruecos sigue empeñado en encajar la ilegal autonomía en el zapato de la legalidad internacional, perfectamente acotado y delimitado por normas internacionales que se comprometió a cumplir cuando fue admitido en 1956, mucho antes del delirio expansionista. No hay solución política a una cuestión de descolonización y aplicación del derecho de autodeterminación para el pueblo saharaui, lo que hay es una solución jurídica que está dada desde que el Sáhara era español.
 
En el informe de 21 páginas sobre la descolonización del Sáhara Occidental del Secretario General de la ONU solo menciona una vez en el documento la »libre determinación de los saharauis», al final en el párrafo 85. Los saharauis no necesitan enemigos teniendo a la ONU. Si Antonio Guterres quiere realmente que los saharauis se tomen en serio sus palabras, más le vale a él que comience a tomarse en serio las siglas y tareas de la MINURSO, las resoluciones de su organización y presionar a aquella parte que dificulta con descaro la conclusión del conflicto de forma pacífica, imponiéndole el cumplimiento de sus obligaciones firmadas voluntariamente, de lo contrario, sus palabras carecen de toda validez del mismo modo que la actitud de la ONU en el Sáhara Occidental adolece de ejemplos que reflejen el compromiso que pide a las otras partes. Dicho de otro modo, la impunidad marroquí junto a la pasividad de la ONU han formado un cóctel letal que no solo ha hipotecado el futuro de los saharauis sino el desarrollo de toda la región norteafricana, contribuyendo a inflamar una de las pocas regiones del mundo estabilizadas.
 
Los puntos en los que debería haberse centrado el informe es por qué hasta el momento ni la ONU ni el Consejo de Seguridad han señalado quien provocó la ruptura del alto el fuego, quién se ha anexado nuevo territorio bajo responsabilidad de la ONU en la zona de amortiguamiento y quién ha intensificado la represión en el territorio que la propia ONU considera una región bajo ocupación. Son omisiones que difícilmente pueden ser consideradas como un descuido y revelan una vez más la connivencia de la ONU con una potencia ocupante.