Ali Brahim Mohamed.
ECS. París. | Esta tarde, la Asamblea Nacional francesa ha celebrado una sesión pública para examinar la política del gobierno francés hacia la cuestión descolonizadora del Sáhara Occidental, por invitación de la Alianza de la Izquierda Democrática y los Republicanos.
El miembro de la Secretaría Nacional y representante a cargo de Europa y la Unión Europea, Oubbi Buchraya Bashir, compareció ante los diputados señalando y enumerando los obstáculos colocados por el gobierno francés en varios ámbitos para mermar los esfuerzos por una solución pacífica del conflicto en el Sáhara Occidental, violando el derecho internacional y la soberanía del pueblo saharaui sobre sus recursos naturales.
En su declaración, Oubbi Buchraya enfatizó que Francia no solo ha abandonado sus obligaciones en materia de derecho internacional, además de sus obligaciones como estado, sino que ha ido más allá con su firme apoyo a la ocupación marroquí desafiando la legitimidad internacional. La política exterior de París ningunea al pueblo saharaui, a nivel del Consejo de Seguridad, continuaron apoyando la posición de Marruecos de rechazar el referéndum sobre la autodeterminación como rigen las resoluciones firmadas por ambas partes, así como su vergonzoso bloqueo a la extensión del mandato de la MINURSO para vigilar los derechos humanos en los territorios ocupados, que sufren una violación cada dos días según revelaba un informe.
El representante saharaui en Europa también aclaró en el mismo contexto que »la política adoptada por el gobierno francés ya no es un secreto sino un asunto claro» y esto se manifestó en una desviación del consenso europeo al presentar una solicitud de apelación contra la sentencia emitida por el Tribunal de Justicia Europeo en septiembre del año pasado, que exigió explícitamente la anulación de los Acuerdos entre la Unión Europea y Marruecos que incluían el Sáhara Occidental ocupado, cuyo consentimiento no ha sido obtenido por parte de su pueblo ni de su representante, el Frente POLISARIO.
Posteriormente, intervino la activista francesa Claude Mangin, mencionando en su discurso la grave crisis de derechos humanos en los territorios ocupados y el horror de los crímenes cometidos a diario por las fuerzas de ocupación marroquíes contra civiles saharauis. Poniendo como ejemplo uno de los episodios más negros: lo ocurrido durante la noche del 8 de noviembre de 2010 durante el ataque militar armado contra el campamento de Gdeim Izik que se convirtió en una sangrienta purga contra civiles por el mero hecho de ser saharauis.
Mangin añadió que la política de venganza es el método preferido por las autoridades de ocupación marroquíes para aplicarlo contra los activistas saharauis, presos políticos y sus familias. Señaló por ejemplo, que el régimen marroquí le impide desde hace al menos tres años visitar a su marido, el preso político saharaui Naama Asfari, quien se encarcelado en la prisión de Kenitra. Esta medida marroquí se enmarca en la represalia desatada contra la activista francesa en el contexto de la condena del Comité Estatal contra la Tortura Marroquí por el caso de la tortura de su marido y por demostrar que su detención se basa en una farsa, en un montaje policial.
En cuanto al papel negativo de Francia a nivel de la Unión Europea, el abogado del Frente POLISARIO Gilles Devers se refirió a las decisiones emitidas por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que afirmó que el Sáhara Occidental no es parte de Marruecos, señalando que Francia, a cambio, trabajó incansablemente para eludir la ley y la justicia europea
El abogado del Frente POLISARIO recordó que Francia seguirá obligada a respetar la legitimidad internacional y a afrontar la situación en el Sáhara Occidental de acuerdo con el derecho internacional y europeo, especialmente tras las decisiones emitidas por el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas.
Se trata de la sesión plenaria oficial para examinar la política exterior del gobierno francés y es la primera vez en la historia de la Asamblea Nacional francesa dedicada a la cuestión del Sáhara Occidental, con una presencia oficial en representación tanto del gobierno francés como de las autoridades saharauis.