«Antonio Panzeri, nuestro querido amigo». En los informes de los servicios secretos marroquíes se refieren así al ex eurodiputado socialista italiano, a quien se considera como la cabeza de la trama de corrupción ligada a la injerencia en asuntos comunitarios de Qatar y Marruecos. «¿Cómo vamos a hacer para llevarnos el regalo de Atmoun?», le decía Silvia Panzeri a su padre tras pasar unos días en la Mamounia, el hotel más lujoso de Marraquech y uno de los mejores del mundo. Abderrahim Atmoun es el actual embajador marroquí en Varsovia, viejo conocido de Panzeri. Su esposa, Maria Dolores Colleoni, se quejaba este año de que no iban a poder gastar en las Navidades los 100.000 euros que costaron las últimas fiestas, uno de los lujos de los que gozaban gracias a los servicios extra que realizaba su marido, sufragados por El Gigante, según la investigación en curso. Las dos están arrestadas en Italia, pendientes de extradición. De la estancia en la Mamounia, a 5.000 euros la noche en la suite prestige, pagada con tarjeta black, a la cárcel.

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