El informe, que abarca el período comprendido entre mayo de 2023 y abril de 2025, señaló que las autoridades marroquíes recurren a la intimidación, la vigilancia, las agresiones físicas y los procesos judiciales para silenciar las voces que exigen derechos y libertades fundamentales, afirmando que estas violaciones constituyen una respuesta de represalia directa a la cooperación con las Naciones Unidas.
Patrones y métodos de focalización:
– Estrecha vigilancia y restricciones de seguridad en los domicilios y actividades de los defensores.
– Agresión física directa.
– Negación de derechos civiles, laborales y acoso económico.
– Vilipendio y difamación mediática a través de medios oficiales y semioficiales.
En cuanto a los ataques contra defensores saharauis que cooperan con las Naciones Unidas, el informe ISHR 2025 documentó al menos 12 casos de represalias directas durante el período del informe, incluidas amenazas de violencia, tortura, vigilancia constante y acoso judicial.
Situación de los presos políticos:
El informe dedicó un espacio considerable al grupo Gdim Izik, cuyos miembros siguen sufriendo duras condiciones de detención que violan las normas internacionales, a pesar de los llamamientos internacionales para su liberación. Destacó la ausencia de juicios justos, así como la tortura y los malos tratos sufridos por los miembros del grupo, en claro desacato a las recomendaciones de los comités de la ONU.
Llamada a la acción:
La organización instó a la comunidad internacional, en particular a las Naciones Unidas y los Estados miembros, a que adopten medidas inmediatas para proteger a los defensores saharauis y exigir cuentas a los responsables de las violaciones, subrayando la necesidad de permitir al pueblo saharaui expresar sus demandas sin temor a castigos o represalias.
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