Aviones de la felicidad y aeropuertos nublados. Así es, hay aviones que no son solamente medio de transporte, porque transportan mucha felicidad, de un continente a otro, sobrevolando desiertos y mares. Pero de los que hablo son únicos, sobrevuelan mucho mas, su estela es un hilo que junta a dos familias, de rasgos diferentes, cultura, religión, color, incluso lengua. Pero son una familia unida por la estela de un avión, que se quieren entre sí, aunque se conozcan solo a través de pantallas y si se juntan se entienden solo con miradas. Siempre dije que la lengua de miradas es la del planeta Tierra, porque con ella veo hablar a mis dos familias de los dos continentes, sin saber unos la lengua de los otros. A esas familias les une un “embajador de paz”, como lo llaman. Con un nombre que no existe en el otro continente, con sus rasgos diferentes y sus ocho años. En un avión de felicidad miles de niños saharauis forman parte de la estela de un avión, y en el otro continente son recibidos por su segunda familia. Una familia que lo recibe como un miembro más, incluso como el más mimado. Y como dije antes, los aeropuertos siempre están nublados, allí siempre llueve. Llueven lágrimas, de tristeza y felicidad. De idas y vueltas, pero siempre hay un consuelo, unas siguientes Vacaciones en Paz. Las que en 2021 serán más abundantes que nunca, los aeropuertos estarán más nublados que nunca y los aviones no serán solo de felicidad, si no de risas y abrazos.
Y habrán más.. Habrán más darráas y melhfas enviadas desde el desierto. Habrá más suspiros, más miradas de “con quién me iré”. Habrá más gestos y miradas para comunicarse, habrá medias palabras susurradas. Habrá más viajes en el tren ,más excursiones al campo. Habrá muchos días de piscina y muchos otros de playa. Habrá más palomitas en el cine, helados en el parque. Habrá más ferias, más vestidos de sevillana y sombreros de pequeños caballeros. Habrán más abrazos, besos, viajes, suspiros y despedidas, y sí, habrá más Vacaciones en Paz.
Aziza Mrabih, Wilaya de El Aaiun.