Al comienzo de la primera guerra en 1976, las fuerzas de la RASD tuvieron que enfrentarse a dos países muchos más poderosos y armados, Mauritania y Marruecos, ayudados por Francia. Esto suponía una desventaja colosal en el campo de batalla, sin embargo, el mando militar saharaui optó por una estrategia mixta basada en mantener una ofensiva contenida contra la parte fuerte de la coalición, que era Marruecos, y destinar más esfuerzos contra la parte débil, Mauritania.
La estrategia saharaui funcionó y permitió a la RASD centrar todos sus esfuerzos en atacar a las fuerzas marroquíes, con una táctica militar que combina la sorpresa, agilidad y un hábil conocimiento del territorio así como adaptación al clima desértico. Marruecos, a pesar de su superioridad militar, era incapaz de anticiparse a los ataques de la RASD y al inicio de la década de los 80′, opta por una estrategia defensiva que consiste en proteger las ciudades saharauis más económicamente importantes. Es así, que el Frente Polisario efectuó en los últimos días sendas emboscadas adentrándose en territorio marroquí, como es el caso de Tan Tan, Uarkziz … Entre otros.
En esta coyuntura, sin la mayoría de los países que le ayudaron en la primera guerra del Sáhara Occidental, el Ejército de Liberación Saharaui idea una de las mayores ofensivas desde el inicio de la segunda guerra (2020-?), la ofensiva logró invadir y atacar la ciudad marroquí de Touizgui el pasado 21 de enero, y ayer 23 del mismo mes, los efectivos saharauis realizaron un ataque sorpresa en la brecha ilegal en El Guerguerat.
La vulnerabilidad marroquí era evidente y la RASD no daba tregua. Los mismos marroquíes comprobaron la fiereza de los combatientes saharauis cuando estos invadieron territorio marroquí y reventaron sus bases en Lemsamir, Touizgui y Labaaj, en el sur de Marruecos.
Estos ataques provocaron una reunión de emergencia del Estado Mayor del Ejército de ocupación marroquí en El Aaiún ocupado, ya que no se podía ocultar a la opinión pública el desastre que se estaba sufriendo. Marruecos reconoció por fin, y después de dos meses de enfrentamientos, la experiencia de la guerra.
Estos ataques, como vemos actualmente en esta segunda guerra acaban por desmoralizar al enemigo al mantenerlo en constante estado de alerta, con pequeñas pérdidas que se vuelven significativas con la evolución del conflicto.
En la actualidad, vemos como la estrategia de Marruecos pasa por renunciar a toda iniciativa y su actuación militar se enmarca en repeler los ataques, sin salir del muro, entregando al ELPS toda iniciativa y libertad de acción, aunque de momento, no de circulación.
En el futuro; la determinación, la audacia, sorpresa y agilidad, serán los ingredientes vertebrales de la táctica saharaui hasta penetrar el muro marroquí, que como la historia demuestra será cuestión de tiempo. Estos elementos habrá que conjugarlos en función de los objetivos políticos y militares hasta lograr el propósito deseado.