Texto de Ali Salem Iselmu, periodista y escritor saharaui
Cuadro óleo del artista saharaui Fadel Jalifa E. Fal
Cuando vio aquellas pisadas, se dio cuenta que eran más de 40 hombres. Sabía que estaban al acecho, esperando que llegara la madrugada para llevar todo su ganado. Él percibía el peligro en la mirada de su animal de carga. Aquel semental que se sostenía sobre sus enormes patas, mientras olía el viento que le iba llegando. Él animal sabía que no era el olor de la lluvia, tampoco era el olor de la hierba de otoño, tampoco era el ruido del relámpago.
Unas pisadas, un viento que soplaba anunciando el peligro, eran señales claras para alguien que conocía las montañas de Rich, una larga cordillera que él recorrió muchas veces sólo. En ese momento había olvidado a su mujer, a sus hijos que estaban en el interior de la jaima esperándole.
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Origen: El viento de la noche saharaui >> Y… ¿dónde queda el Sáhara? >> Blogs EL PAÍS