En este contexto, el miércoles 26 de noviembre, el Parlamento Europeo intentó bloquear el nuevo acuerdo agrícola firmado con Marruecos a principios de octubre. La moción de objeción fue rechazada por un solo voto a pesar de una amplia mayoría a favor, según informó el periódico Ouest France.

Dos días después, el viernes, París acogió la 49.ª Conferencia Europea de Apoyo al Pueblo Saharaui (EUCOCO) en la Asamblea Nacional. Nos reunimos con Oubi Bouchraya, asesor de la Presidencia Saharaui en materia económica.

Respecto a la denuncia de los nuevos acuerdos comerciales firmados a principios de octubre entre la Comisión Europea y Marruecos, el diplomático saharaui afirmó: «Simplemente porque estos acuerdos no respetan las decisiones del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y  su sentencia de 4 de octubre de 2024, que había anulado los acuerdos anteriores  «.

Así, los nuevos acuerdos violan al menos dos puntos importantes de esta jurisprudencia: los productos agrícolas procedentes del Sáhara Occidental deben estar etiquetados como tales; y su exportación por Marruecos debe estar sujeta al “consentimiento explícito o implícito” del pueblo saharaui, dijo.

Dado que la denominación de origen «Sáhara Occidental» era inaceptable para el ocupante marroquí, los negociadores propusieron adoptar dos nuevas denominaciones que hicieran referencia a las regiones de Dajla y El Aaiún (las dos principales ciudades del territorio). Sin embargo, estas denominaciones no cumplen con el derecho mercantil europeo, que exige indicar el país de origen. 

Este punto también crea una competencia desleal para los productores europeos [de melones y tomates cherry, en particular], como argumentó la Confédération Paysanne al llevar el asunto ante el TJUE. En cuanto al consentimiento del pueblo saharaui, se desestima en unas pocas líneas del preámbulo, que ensalza los beneficios que las poblaciones locales obtendrían del desarrollo económico.

La sentencia del TJUE de 2024 proporciona una base jurídica sólida para impedir cualquier forma de explotación de los recursos del Sáhara Occidental: productos agrícolas y pesqueros, energía, turismo, fosfatos, etc. Seguiremos utilizándola para oponernos a las empresas implicadas en esta colonización económica. 

La sociedad civil también puede   ayudarnos, como ocurrió anteayer (miércoles 26 de noviembre) con las manifestaciones en el sur de Francia contra la importación ilegal de tomates cherry por parte de las empresas Azura y Carrefour. En cuanto al nuevo acuerdo comercial, el Consejo lo presentará oficialmente próximamente al Parlamento Europeo. Y creemos que, esta vez, no se aprobará, concluyó la misma fuente. (SPS)