Heidelberg Materials, el capital alemán al servicio del colonialismo
Desde Cisjordania al Sáhara Occidental el capital alemán viola los derechos humanos de forma sistemática con uno de los negocios más lucrativos, la producción de materiales para construcción y la extracción de minerales.
Heidelberg Cement AG, renombrada como Heidelberg Materials en 2022, es una empresa cotizada del DAX, y una de las mayores multinacionales dedicada a los materiales de construcción. Creada en 1874, no Heidelberg Cement fue una de las empresas más beneficiadas durante el periodo nazi, ya que la industria del cemento fue considerada estratégica para el III Reich. Su por entonces director general, Otto Heuer, fue miembro del NSDAP ya desde el 1 de mayo de 1933. Además, la empresa explotó a más de 1.000 trabajadores forzados durante el régimen hitleriano.
Del pasado al presente, las violaciones de derechos de la ahora Heidelberg Materials, no han cesado, sea con su propio nombre o bajo el paraguas de alguna de sus muchas filiales distribuidas por más de 50 países. En Indonesia, con el nombre de Indocement, es una de las responsables de la destrucción medioambiental de la isla de Java, lo que ha llevado a las comunidades locales a denunciar a la empresa ante el gobierno alemán en 2020.
Sin embargo, Heidelberg Materials tiene como especialidad desarrollar negocios ilegales en territorios ocupados, desde Cisjordania hasta el Sáhara Occidental. Con su filial Hanson Israel, es propietaria de la cantera de Nahal Raba, localizada en los territorios ocupados de Palestina en Cisjordania, concretamente en las aldeas de Al Zawiya y Rafat. La cantera está especializada en producir materiales para la producción de asfalto y hormigón, y el gobierno de Israel firmó en junio de 2020 su ampliación a varias aldeas más, violando el derecho internacional y confiscando varios kilómetros cuadrados de tierras palestinas. Además, el asfalto y el hormigón producidos por Hanson Israel en Nahal Raba sirve para ampliar los asentamientos de colonos en Cisjordania, como han desvelado diversas investigaciones periodísticas, entre ellas de The New York Times ya desde 2009, o una investigación de Human Rights Watch en 2016. De esta manera, la empresa está violando el artículo 49 de la Convención de Ginebra. Esos mismos asentamientos y la presencia israelí en Cisjordania es la que la Corte Penal Internacional ha declarado como ilegales y, por tanto, Israel debe acabar con su presencia «lo más rápido posible».
De Palestina al Sáhara Occidental, Heidelberg Cement adquiría a través de Ciments du Maroc en 2020 una segunda planta de producción de cemento a las afueras de El Aaiun, tras un acuerdo con Anouar Invest, como describe Western Sahara Resource Watch. La empresa Ciments du Maroc, filial de la alemana operando ilegalmente en el Sáhara Occidental, presenta este territorio como parte e Marruecos, en contra de las Naciones Unidas y de los Tribunales Internacionales. El Sáhara Occidental está considerado aún por las Naciones Unidas como un Territorio no Autónomo pendiente de descolonizar, siendo Marruecos la potencia colonizadora. Varias sentencias de tribunales internacionales y resoluciones de la ONU han dictaminado que las empresas que quieran operar en los territorios ocupados tienen que hacerlo de mutuo acuerdo con el Frete POLISARIO. Este es el representante del pueblo saharaui, también para asuntos de índole económica.
Sin embargo, un informe de 2021 del Grupo The Left en el Parlamento Europeo, mostraba como el capital internacional viola sistemáticamente el derecho internacional en el Sáhara Occidental. Entre las empresas alemanas implicadas, además de Heidelberg Cement (ahora Materials), se encuentran la hispano-alemana Siemens Gamesa Renewable Energy, Continental Contitech, Thyssenkrupp AG, Köster Marine Proteins GmbH y DHL.
En definitiva, Heidelberg Materials, además de ser una de las empresas más contaminantes y que más contribuyen a la destrucción del planeta, se lucra ilegalmente en territorios ocupados tanto en Palestina como en el Sáhara Occidental, igual que se lucraba desde 1933 de la mano del nazismo y usaba trabajadores forzados para sus negocios. Detrás de cada guerra, de cada colonización, de cada violación de derechos humanos, siempre se encuentra el capital industrial y financiero como patrocinador, y Alemania especialmente tiene un papel protagonista en esta película.
Origen: Mundo Obrero – Heidelberg Materials, el capital alemán al servicio del colonialismo