Agencias
Bruselas (ECS). – El Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, contesta a las preguntas de Carlos Alsina sobre las relaciones políticas y diplomáticas entre Marruecos y la Unión Europea tras la crisis iniciada la semana pasada con España.
En relación a la cuestión del Sáhara Occidental, Borrell explica que la Unión Europea, entendida como las instituciones comunitarias, no tiene la competencia para reconocer o no a un territorio.
Esto mismo ocurre con Kosovo, pues dentro de la Unión Europea hay países que lo reconocen como Estado y otros, entre los que está España, que no. En este sentido, aunque a la Unión Europea le gustaría intervenir y decidir en muchos casos, las políticas exteriores siguen siendo exclusivas de cada estado miembro de la Unión.
«No quiero inteferir en lo que haga el Gobierno de España con el señor Gali».
Tras la crisis política desatada entre Marruecos y España por la llegada de miles de personas a Ceuta, el ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita, declaró ayer que España está teniendo una actitud hostil y denunció que España no consultase a Europa antes de acoger en su territorio al líder del Frente Polisario, Brahim Gali. Al respecto, Borrell dijo no quiere inteferir en lo que haga el Gobierno de España con el señor Gali, y ha advertido a Marruecos de que las malas relaciones con España pueden repercutir en las relaciones con todos los estados miembros de la UE.
El gobierno de Marruecos ha advertido de que romperá las relaciones con España si Brahim Gali, jefe del Frente Polisario, sale de nuestro país de forma similar a la que llegó de incógnito en el mes de abril, cuando ingresó con una identidad falsa en un hospital de Logroño. Josep Borrell se ha mostrado reticente a dar su opinión sobre lo que debe hacer el gobierno de España en este asunto y ha declarado: «No quiero interferir en lo que haga el Gobierno de España con el señor Gali».
España planteará hoy en el consejo europeo una revisión de la política migratoria, para plantear el problema de cómo se deben hacer coresponsables el resto de países de la gestión de la migración que llega, en su mayoría, a España e Italia. Borrell considera que el hecho de que la UE no haya sido capaz de definir una política migratoria común «es uno de los principales fracasos de la Unión Europea».
Por el momento, los estados miembros no han sido capaces de encontrar un acuerdo común en relación a este tema y recuerda que «la Comisión no tiene capacidad de decisión de una política migratoria, sino que tiene poder de proposición al Consejo de la UE».