Bruselas vivió hoy una doble sacudida política: dentro del Parlamento Europeo, un seminario desmontó la narrativa de la Comisión sobre el acuerdo comercial UE–Marruecos; fuera, miles de personas protestaban contra un pacto que vulnera el derecho internacional y legitima la ocupación marroquí del Sáhara Occidental. Juristas, eurodiputados, activistas y representantes saharauis coincidieron en un diagnóstico común: este acuerdo no solo viola sentencias europeas, sino que amenaza directamente el proceso de paz de la ONU y financia la maquinaria colonial de Marruecos.

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Un seminario que rompe el discurso oficial de Bruselas

El Parlamento Europeo acogió hoy un seminario decisivo para comprender la dimensión política del nuevo acuerdo comercial firmado entre la Unión Europea y Marruecos. Bajo el título “Las implicaciones políticas del acuerdo comercial UE–Marruecos en el futuro del proceso de paz de la ONU en el Sáhara Occidental”, la sesión reunió a representantes saharauis, eurodiputados, juristas y actores del movimiento solidario europeo.

La celebración del seminario coincidió con una manifestación masiva en Bruselas que rechazaba este pacto firmado en octubre de 2025, un acuerdo que vulnera abiertamente el derecho internacional y contraviene, una vez más, las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

El objetivo del encuentro era rebatir lo que los participantes definieron como “el relato de la Comisión Europea”, que intenta presentar el acuerdo como un simple instrumento económico sin impacto político. Los ponentes fueron contundentes: el pacto viola el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y erosiona la labor de la ONU para una solución pacífica.

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Oubi Buchraya Bachir: un acuerdo construido para servir a la ocupación marroquí

El análisis más detallado lo ofreció Oubi Buchraya Bachir, asesor del Presidente saharaui y responsable del Comité de Recursos Naturales y Asuntos Jurídicos. Buchraya desmontó la justificación europea de que el acuerdo favorece el “desarrollo del Sáhara Occidental”.

Ese argumento, afirmó, es una cortina de humo. El verdadero objetivo es fortalecer la ocupación marroquí, proporcionar recursos financieros a Rabat y consolidar un fait accompli ilegal sobre un territorio pendiente de descolonización.

El diplomático saharaui recordó que la raíz de estos acuerdos se remonta a los ilegales Acuerdos Tripartitos de Madrid, que permitieron a España continuar explotando los recursos del Sáhara tras su abandono formal en 1975. La entrada de España en la UE en 1986 integró esos intereses en las políticas europeas. Por eso, señaló, el vínculo entre el acuerdo actual y la operación del 14 de noviembre de 1975 “es directo y evidente”.

Buchraya advirtió de que incorporar el Sáhara Occidental al marco territorial marroquí dentro del acuerdo contradice el estatus internacional del territorio y vulnera múltiples sentencias del Tribunal de Justicia de la UE, que establecen que Marruecos y el Sáhara Occidental son territorios “separados y distintos”.

También denunció que Bruselas sigue condicionada por una amenaza lanzada por Hassan II en los años 90: “Si no exportamos tomates, exportaremos terroristas.” Esa advertencia, dijo, todavía pesa en ciertas instituciones europeas, que ceden ante la presión marroquí.

El asesor saharaui subrayó la importancia de la batalla política abierta en el Parlamento Europeo. La votación del 26 de noviembre sobre la cláusula de etiquetado, que cayó por un solo voto, representó “una victoria política abrumadora” para quienes defienden la legalidad. “No tenemos opción: esta batalla hay que ganarla”, afirmó.

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El conflicto también es europeo: España en el centro de la responsabilidad jurídica

Andreas Scheida, presidente del Intergrupo de Amistad con el Pueblo Saharaui del Parlamento Europeo, recordó que el conflicto del Sáhara Occidental es también europeo. Y lo es porque España tiene una responsabilidad histórica y jurídica directa como potencia administradora que nunca completó la descolonización.

Para Scheida, ha llegado el momento de permitir que el pueblo saharaui ejerza su derecho a la autodeterminación. Sin embargo, el nuevo acuerdo comercial agrava la crisis, debilita el trabajo de la ONU y bloquea cualquier avance en el proceso de paz.

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Ana Miranda: una mayoría parlamentaria rechaza el acuerdo

La eurodiputada Ana Miranda (Verdes/ALE) aseguró que existe una mayoría sólida dentro del Parlamento Europeo que rechaza este acuerdo. La votación reciente —aunque no logró la anulación técnica de la cláusula— demostró que varios grupos políticos se oponen frontalmente a un pacto que vulnera el derecho internacional. Esa mayoría será crucial cuando el Parlamento vote el texto final.

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Pierre Galand: la defensa de los recursos saharauis es una batalla central en Europa

Pierre Galand, presidente de la Coordinadora Europea de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, situó la defensa de los recursos naturales saharauis como uno de los ejes fundamentales del movimiento solidario. Recordó que la EUCOCO 49, celebrada recientemente en París, identificó este frente como esencial para frenar la ocupación.

Galand anunció que el movimiento solidario respaldará a los eurodiputados que buscan revocar el acuerdo, subrayando que tumbarlo enviará “un mensaje contundente” a quienes pretenden ignorar el derecho internacional en beneficio de la agenda marroquí.

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Europa se mueve: una ola de resistencia contra el expolio

El seminario tuvo lugar en medio de una ola creciente de activismo en toda Europa. Asociaciones, plataformas, parlamentarios y juristas trabajan para frenar acuerdos que expolian los recursos del Sáhara Occidental y legitiman la presencia marroquí en el territorio, en desafío directo a las sentencias europeas y al derecho internacional.

El mensaje final del seminario fue claro:
no hay acuerdo legítimo sin el consentimiento del pueblo saharaui. La soberanía del Sáhara Occidental no se negocia y el derecho a la autodeterminación es irrenunciable.

ARTÍCULO BASADO en: Seminar exposes EU-Morocco trade deal: Accusations of funding the occupation and undermining peace in Western Sahara | Sahara Press Service (SPS)