Por Lehbib Abdelhay /ECS
Madrid (ECS). – La nueva administración estadounidense está ejerciendo una fuerte presión dentro de los pasillos de Naciones Unidas con el objetivo de agilizar el nombramiento de un nuevo enviado especial del secretario general para el Sáhara Occidental con el fin de llevar a Marruecos y al Frente Polisario a la mesa de negociaciones, informa El Periódico.
«Dado el poder e influencia de EE.UU en el mundo, y el hecho de que sea la única potencia que ha reconocido la anexión marroquí del Sáhara Occidental, le han dado un papel mucho más prominente», opina el profesor estadounidense y defensor del pueblo saharaui, Stephen Zunes.
La pelota está ahora en el tejado de Joe Biden, quien se ha resistido hasta el momento revertir el reconocimiento de su predecesor a pesar de sus reiteradas promesas para situar nuevamente al derecho intemacional como pilar normativo de las relaciones entre países.
Su política sobre el Sáhara Occidental sigue oficialmente bajo revisión, pero entre tanto, según ha podido saber El Periódico. Los diplomáticos americanos están presionando en los pasillos de la ONU para nombrar a un nuevo enviado especial para la región y sentar a Marruecos y al Polisario en la mesa de la negociación. Un proceso que está muerto desde mayo de 2019.
El portavoz oficial del Departamento de Estado, Ned Price, confirmó hace unos días que la posición de la administración estadounidense sobre el tema del Sáhara Occidental es diferente al enfoque de la administración Trump, en referencia al regreso de Washington a la legalidad internacional en el Sáhara Occidental.
«Cuando se trata del Sáhara Occidental, consultamos en privado con las partes sobre la mejor manera de detener las hostilidades y lograr un acuerdo duradero», dijo recientemente el funcionario estadounidense durante una conferencia de prensa.
Con respecto al anuncio de Trump sobre el Sáhara Occidental, el portavoz del Departamento de Estado dijo que EE.UU no tiene nada que anunciar en este momento.
Biden mantiene el mapa del Sáhara Occidental integrado a Marruecos en la CIA y el departamento de Estado.
Pese a las declaraciones de Price, Joe Biden ha reafirmado el reconocimiento de su predecesor al pemitir que los mapas oficiales de la CIA y el Departamento de Estado incluyan el Sáhara ocupado como parte integral de Marruecos.
Pero, por otro, ha dejado que sus aliados en el Congreso congelen las contrapartidas que Trump ofreció a Rabat a cambio de normalizar sus relaciones con Israel. Biden también ha congelado tanto la construcción de un consulado en Dajla como la venta a Marruecos de armas de última generación, según reveló a El Periódico una fuente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
«No hay mucho negocio que hacer en Dajla ni tampoco muchos estadounidenses que la visiten. De acuerdo con nuestro análisis, el único fin del consulado era reafimar la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental», dijo Zunes.