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Mohamed VI, autoproclamado comendador de los creyentes, no solo es el Rey de Marruecos, sino que controla directamente el Ministerio de Defensa y es jefe de estado mayor de los Ejércitos, tiene previsto visitar en Mauritania al presidente, Mohamed Ould Shej Elghazouani, con objetivo de tratar la nueva situación, tras un impasse de 29 años, en los que no se encontró una solución pacífica para el latente conflicto. Todos los expertos coinciden en que Marruecos no permitirá el referéndum propuesto por la ONU, “porque perdería la consulta”. Lo que trata es de reafirmar la ocupación anexionándose nuevos territorios, mientras la ONU sigue mostrándose incapaz de ejecutar el derecho reconocido de los saharauis a la autodeterminación y de parar los pies al anexionismo marroquí.
Los intereses políticos y comerciales de España y Francia se imponen sobre los derechos de quienes un día fueron españoles y se encuentran amparados por el derecho internacional. Hoy, los acuerdos de 1991, que paró la guerra entre Marruecos y el Polisario, con la previsión del referéndum, son papel mojado y ha devuelto el conflicto al primer plano internacional, recordando la permanente traición de España que se limita oficialmente a declaraciones pidiendo un alto el fuego cuando su postura, en 1975, fue la que agravó este conflicto, por no defender las resoluciones de la ONU favorables a la autodeterminación del Sahara y a quienes eran españoles de pleno derecho y tenían representación en las Cortes franquistas.
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Leer completo en el original: Sahara, la traición de un Estado – Diario16