«En el Sáhara Occidental, las energías renovables se han convertido en un instrumento estratégico de control», afirma la ONG en un comunicado de prensa con motivo de la publicación de su informe titulado: «El lavado verde de la ocupación».

Explicó que estas energías “alimentan industrias que saquean los recursos no renovables del territorio, apoyan programas agrícolas diseñados para atraer a colonos marroquíes y están a punto de inyectar electricidad a la red eléctrica nacional marroquí, suministrando así energía a la potencia ocupante”.

La última cuestión es el hidrógeno verde: Marruecos está posicionando el Sáhara Occidental como una zona de producción clave, «una iniciativa que probablemente reforzará los vínculos energéticos internacionales con proyectos construidos en territorios ocupados», señaló WSRW.

El observatorio también señaló que la energía producida en tierras saharauis ocupadas aumenta la dependencia de Marruecos del territorio que ocupa, «socavando fundamentalmente los esfuerzos de paz liderados por la ONU para hacer realidad el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación».

En este contexto, la ONG alertó sobre los parques eólicos instalados a lo largo de la costa atlántica del Sáhara Occidental ocupado, que producen energía «limpia» para una gran planta desalinizadora destinada a regar nuevas tierras agrícolas en el Sáhara Occidental ocupado.

«Una tierra que pronto atraerá a trabajadores y colonos de todo Marruecos», afirmó.

Según este observatorio, las principales plantas desalinizadoras de Casablanca y Agadir (Marruecos) funcionan con energía eólica producida en el Sáhara Occidental ocupado.     

Detrás del discurso del desarrollo sostenible, continúa, «se esconde una realidad mucho más preocupante». 

Los proyectos de energía renovable se «construyen en territorio bajo ocupación militar, sin el consentimiento del pueblo saharaui», afirmó la ONG, subrayando que lo que se presenta como una solución climática es en realidad «un proyecto que refuerza la ocupación ilegal».

WSRW pidió, en esta ocasión, la «retirada inmediata» de todas las empresas implicadas en proyectos de producción de energía en el territorio saharaui ocupado y «la suspensión de todo apoyo financiero o político» de la UE a los proyectos de producción de energía renovable en el Sáhara Occidental hasta que el pueblo saharaui haya dado su consentimiento explícito.

«El lavado de imagen de la ocupación», publicado el jueves por WSRW, ofrece el panorama más completo hasta la fecha de todos los proyectos de energía renovable existentes y planificados en el Sáhara Occidental ocupado.

Este nuevo informe actualiza el informe de 2021 del mismo título, que demostró cómo la energía renovable se había convertido en un pilar de la estrategia de ocupación de Marruecos. (SPS)