Hoy, al fin, Europa deja de ser cómplice de Marruecos en el robo de recursos naturales del Sáhara Occidental. Expira el acuerdo de pesca entre la Unión Europea y nuestro vecino del sur y no se prorroga porque, por el momento y tras diversas sentencias judiciales, es ilegal. Incluir en ese negocio las aguas del Sáhara Occidental, que no le pertenecen a Rabat, no es legal; aceptar el acuerdo, como históricamente lo ha hecho Europa y España, es mezquino. Se acabó.

No se puede comerciar con material robado. El Sáhara Occidental y sus bancos de peces llevan ocupados ilegalmente casi medio siglo. Del mismo modo que si usted compra mercancía robada incurre en un delito, España ha estado pisoteando la legalidad internacional parapetándose en un acuerdo que ni era ético ni se ajustaba a Derecho. Y lo sabía, pero le daba igual. La prueba de ello lo vemos en cómo el presidente de la Junta de Andalucía Juan Manuel Moreno exige al Gobierno de España que se salte la sentencia del Tribunal General Europeo y llegue a un nuevo acuerdo marco con Marruecos para que su flota pesquera continúe esquilmando el caladero saharaui.

(…)