De lo que no se ha hablado es de que Ghali, como todos los saharauis que nacieron cuando el Sahara Occidental recibía el estatus de provincia, tenía nacionalidad española, situación que no se vio alterada hasta que vergonzosamente el territorio fue abandonado a su suerte tras la denominada Marcha Verde de 1975, organizada por Hassan II, el entonces rey de Marruecos.
Al igual que le acontece al pueblo palestino, el pueblo saharaui se siente internacionalmente aislado y sin apoyos sólidos, dado que su legítimo derecho a tener un Estado propio queda fuera de la agenda de las grandes potencias, especialmente de Estados Unidos. A partir de Donald Trump no solo se respalda abiertamente la política de apartheid del Gobierno de Israel con los palestinos, sino que también dio el visto bueno a la política anexionista de Marruecos con el Sáhara Occidental.
De nada sirve que por parte de las Naciones Unidas fuera aprobada una resolución que determinaba que el pueblo saharaui tenía derecho a un referéndum de autodeterminación acerca de si deseaba ser independiente o de pertenecer a Marruecos. Este último país siempre se ha negado a cumplir esta resolución por distintos medios, boicoteándola y chantajeando para que no pueda llevarse a cabo, pues sabe que mayoritariamente los saharauis desean ser soberanos de su propio territorio.
Para que podamos entender esta situación, brevemente, quisiera apuntar algunas fechas claves en la evolución del territorio saharaui.
La presencia de los españoles en el territorio del África sahariana se remonta hacia 1884. Un año después de la fecha mencionada, se comienza la construcción de Villa Cisneros y el establecimiento de factorías en Río de Oro y Bahía Blanca como núcleos estables (respetamos las denominaciones que por entonces se acuñaron).
En 1959, en plena dictadura franquista, un decreto del Gobierno español dispuso la unión de Río de Oro y Saguía el Hamra para la constitución de lo que sería la provincia africana del Sahara español. Ocho años más tarde, en 1967, la ONU recomienda a España su descolonización.
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LEER artículo completo en el original: Aureliano Sáinz | Saharauis, un pueblo abandonado a su suerte ~ Montilla Digital