El Parlamento Europeo rechaza por un solo voto frenar el etiquetado engañoso de Marruecos sobre el Sáhara Occidental

El Parlamento Europeo rechaza por un solo voto frenar el etiquetado engañoso de Marruecos sobre el Sáhara Occidental

El Parlamento Europeo desaprovechó hoy una oportunidad histórica para frenar la maniobra de la Comisión Europea que pretende blanquear el origen real de los productos procedentes del Sáhara Occidental ocupado. La objeción presentada para impedir la entrada en vigor del nuevo reglamento de etiquetado —que permitiría hacer pasar frutas y hortalizas saharauis como si fueran originarias de “regiones administrativas” marroquíes— no salió adelante por un solo voto. La mayoría del pleno pidió explícitamente a la Comisión que el acuerdo no entre en vigor por su carácter engañoso, pero la votación requería una mayoría absoluta de 361 eurodiputados y se quedó en 360.

Lo sucedido revela hasta qué punto la Comisión está dispuesta a forzar los límites del derecho europeo e ignorar las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE, que ya han dejado claro que Marruecos no tiene soberanía sobre el Sáhara Occidental ni puede incluir su territorio en acuerdos comerciales sin el consentimiento del pueblo saharaui. El cambio propuesto en el etiquetado supone, en la práctica, un intento de normalizar la ocupación y de trasladar al mercado europeo los intereses marroquíes, burlando una jurisprudencia inequívoca.

La estrechísima votación de hoy subraya el creciente malestar dentro del propio Parlamento Europeo hacia esta deriva. Centenares de eurodiputados reprocharon abiertamente a la Comisión su intento de “rebranding” del territorio ocupado y denunciaron que ese cambio engaña a consumidores y productores, vulnera el derecho internacional y abre la puerta a nuevas ilegalidades comerciales. A pesar de que el rechazo no alcanzó por un voto la mayoría absoluta necesaria, el mensaje político es claro: una parte muy amplia del Parlamento no avala la estrategia de la Comisión ni su alineamiento con las tesis marroquíes.

La batalla no ha terminado. El expediente deberá pasar ahora por un proceso completo de codecisión entre Parlamento y Consejo. El margen de maniobra sigue abierto, y lo ocurrido hoy muestra que el fraude etiquetado de la Comisión encuentra cada vez más resistencia. También confirma que Marruecos no cuenta con el consenso europeo que intenta aparentar: si para sostener su posición necesita que el resultado dependa literalmente de un voto, la fragilidad de su narrativa queda al desnudo.

Carlos C. García – PLATAFORMA «NO TE OLVIDES DEL SAHARA OCCIDENTAL»


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