El Presidente Ghali desnuda al régimen del Majzén

Madrid (ECS).- Intensas semanas se han vivido desde que el presidente de la Republica saharaui, Brahim Ghali, arribó en territorio español para tratarse de Covid.

Aunque la estancia de Ghali se catalogó por parte del gobierno español de “acogida estrictamente humanitaria” y aunque España está en su derecho y soberanía de acoger o recibir en su territorio nacional a quien quiera, aún así, Marruecos puso el grito en el cielo y prometió venganza al más estilo película de la Edad Media.

 El juez Pedraz sobre la denuncia de ASADEDH contra Ghali “la acusación no ha suministrado ni siquiera elementos indiciarios.” (AUTO)

– No hay ningún testimonio que le indique como torturador o autor, solo señalamientos.

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— ECSAHARAUI (@ECSSAHARAUI) June 3, 2021

La respuesta no se hizo esperar y miles de inmigrantes marroquíes comenzaron a entrar en la ciudad autónoma española de Ceuta auspiciados por las autoridades marroquíes quienes abrieron la frontera de par en par, imágenes de niños nadando, mujeres portando bebés, jóvenes perdidos, una crisis humanitaria en toda regla comenzó a ser portada en los diferentes medios internacionales y el tema principal de las reuniones de alto nivel en españa y Europa.

Marruecos pretendía así presionar a España y Europa para que sigan los pasos de Trump y reconozcan su soberanía sobre el Sáhara Occidental, algo que fue rechazado de pleno, también Rabat buscaba mostrar su enfado ante la presencia del presidente saharaui en España, y que esta última participe en el circo mediático que pretendía llevar ante los juzgados, algo que fue rápidamente desmontado con una simple y contundente declaración del presidente saharaui ante el juez.

Ahora que Ghali ya no está en España, ahora que España y Europa han dejado claras sus posiciones de no reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental y ahora que podemos observar lo ocurrido con cierta perspectiva, ¿cual es la conclusión?, la conclusión es básica y sencillamente que Marruecos en sus continuos errores y grave actuación dejó claro la mezquindad del régimen marroquí y dejó al desnudo su inhumana política que es capaz de usar a su propio pueblo como oka de presión política.

Esta acción no ha gustado nada en Europa y son muchas las preguntas que se plantean y también muchas son las explicaciones que se dan por parte de analistas y expertos, algunos señalan desacuerdos internos en el núcleo de toma de decisión en Marruecos, otros señalan a un nerviosismo y cierta improvisación diplomática por parte de Rabat y otros añadiendo a estas dos anteriores razones indican que Marruecos se encuentra completamente perdido en sus continuos intentos de intentar legitimar su ocupación al Sáhara Occidental y lo que vemos es tan solo fruto de su fracaso a todos los niveles.

Sea lo que fuere, lo que está claro es que Marruecos dejó claro que no es un país que respeta los derechos humanos, no es un país que respeta los acuerdos internacionales y de buena vecindad y sobre todo, Marruecos dejó más que claro que no es ese paso “amigo” de España y “socio privilegiado” de Europa. Me temo que ya nada volverá a ser lo mismo entre Europa y Marruecos, al menos durante un largo tiempo.