La empresa eléctrica multinacional francesa ENGIE construirá una planta desaladora cerca de Dajla, en el Sáhara Occidental ocupado. La compañía francesa confirmó la construcción del proyecto a principios de enero de 2021, en respuesta a una carta de Western Sahara Resource Watch (WSRW). ENGIE dijo en una carta envida a WSRW que para la contrucción de la dasaladora contrató los servicios de la consultora Global Diligence para “gestionar el tema con todas las partes involucradas” en relación con el proyecto. Sin embargo, ni ENGIE ni Global Diligence han dado detalles sobre el proceso que han iniciado, informa WSRW.
“En lugar de pedir a los verdaderos propietarios del territorio su autorización para el proyecto, ENGIE ha llegado a un acuerdo con el gobierno ocupante y ahora está tratando de encubrir sus actos recurriendo a una consulta de interesados sospechosos”, dijo Sara Eyckmans de Western Sahara Resource Watch. “Es preocupante que una organización como Global Diligence acepte ser utilizada para este propósito», recalca.
WSRW pidió a Global Diligence y a su cliente ENGIE que aclaren y hagan público el propósito de la consulta, su mandato y calendario, la metodología para identificar a los «interesados», su evaluación del estatus legal de Marruecos en el territorio y la validez legal del contrato firmado por ENGIE con Marruecos.
Global Diligence respondió que no quiere responder a ninguna de estas preguntas. ENGIE ha permanecido en silencio hasta el día de hoy, según WSRW.
Global Diligence es un bufete de abogados internacional con sede en Londres y París. La empresa se presenta como experta en derechos humanos y «cuestiones legales complejas en regiones inestables y afectadas por conflictos». El sitio web tiene un segmento dedicado a la autodeterminación, aunque se aplica solo en contextos de conflicto separatista y derechos indígenas en estados reconocidos, que es diferente del derecho a la autodeterminación de un pueblo colonizado.
«Como bien estableció la Corte Internacional de Justicia, el Sáhara Occidental nunca ha sido parte de Marruecos», continúa S. Eyckmans. y añade “Cabe señalar que Global Diligence adopta la tergiversación de hechos básicos que estamos acostumbrados a escuchar de empresas que buscan obtener ganancias en el territorio ocupado a través de un acuerdo con Marruecos, descartando así a las personas que tienen el derecho soberano de decidir el estatus sobre su tierra y sus recursos».
Global Diligence ha trabajado mucho sobre la situación en Crimea. En 2019, Global Diligence se asoció con la Unión de Derechos Humanos de Ucrania en Helsinki en una importante comunicación dirigida a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional. Global Diligence califica la península de Crimea como «anexada» por Rusia y exige a la CPI una revisión «de los crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos en el este de Ucrania» y «una investigación completa del caso, ya que la Federación de Rusia continúa con sus acciones agresivas contra Ucrania ”. «Es de suma importancia poner fin a esta impunidad de 5 años del estado agresor», subraya Global Diligence.
Sin embargo, Global Diligence no desea explicar sobre el estatus legal del Sáhara Occidental o la presencia de Marruecos en el territorio.
ENGIE se adjudicó un contrato con el gobierno marroquí para la planta desaladora en diciembre de 2018, después de ganar una licitación en la que la compañía se había asociado con Nareva, una compañía energética marroquí de propiedad total del rey de Marruecos. Como informan los medios de comunicación marroquíes, la instalación debería beneficiar principalmente a la agroindustria cercana a Dajla: enormes plantaciones que pertenecen o bien a conglomerados franco-marroquíes o al propio Rey de Marruecos, y que actualmente están agotando los recursos de la zona.
La construcción de la planta desalinizadora eólica cuesta unos 2.000 millones de dirhams marroquíes. El megaproyecto, destinado a regar 500 hectáreas de tierras agrícolas. El Ministerio de Agricultura de Marruecos encargó al consorcio Engie-Nareva cofinanciar, diseñar, construir, mantener, gestionar y operar la planta infraestructura de riego.
La planta desaladora y el parque eólico de 40 MW serán implementados por una empresa conjunta de las empresas Nareva Renouvables SA e International Power SA. También se dice que ENGIE participa en varios otros proyectos en la parte ocupada del Sáhara Occidental.