Por Lehbib Adbelhay/ECS
El Ministro de Asuntos Exteriores reiteró que la RASD está dispuesta a entablar negociaciones directas con su vecino, el Reino de Marruecos, con el fin de lograr una solución pacífica, justa y definitiva al conflicto, de conformidad con el artículo 4 del Acta Constitutiva de la Unión Africana, la resolución de la Cumbre Extraordinaria «Silenciar las Armas» y la de el Consejo de Paz y Seguridad, así como las resoluciones pertinentes de la Unión Africana.
«La RASD se declara preparada para iniciar conversaciones directas con su vecino, el reino de Marruecos, con el objetivo de lograr una solución pacífica, justa y definitiva al conflicto, en línea con el artículo 4 del Acta Constitutiva de la Unión Africana (UA) (…) y otras resoluciones relevantes de la UA», ha anunciado Salek.
En este sentido, Salek afirmó que la República Saharaui responsabiliza al Reino de Marruecos de las desastrosas consecuencias que inevitablemente se derivarán de la prolongación de la guerra actual que estalló en la brecha ilegal de El Guerguerat el pasado 13 de noviembre.
El ministro saharaui ha reclamado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que «acelere el proceso de paz» frente a la «obstrucción» por parte de Marruecos.
«Tras treinta años de obstrucción por parte de Marruecos a la aplicación del acuerdo firmado con la parte saharaui, bajo los auspicios de las Naciones Unidas en 1991, se hace necesario que el Consejo de Seguridad de la ONU acelere el proceso de paz para poner fin a la ocupación marroquí y cerrar así el capítulo de la descolonización del Sáhara Occidental», ha dicho Salek en declaraciones a SPS.
Uld Salek recalcó que el Consejo de Seguridad está obligado jurídicamente, políticamente e incluso moralmente, ante el pueblo saharaui y ante la comunidad internacional, a asumir sus responsabilidades de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas y tomar las medidas necesarias y suficientes para garantizar al pueblo saharaui el disfrute de sus legítimos derechos reconocidos por todas las organizaciones internacionales, poniendo fin a su sufrimiento y a las violaciones sistemáticas que Marruecos sigue cometiendo en los territorios ocupados.